sábado, 5 de junio de 2010
INERTE DE AMOR
Nada en la cima ni el horizonte de un sueño propio,
como si me hubiera vaciado ya del deseo de tus ojos
Niebla vendrás, con tus máscaras sin rostros,
cuerpos sin nombres, manos sin señales de vida
Derribarás la quietud de este día de sol muerto
Una estática imagen de mi brillo inútil
No hay viento, ni brisa, ni calor ni frío.
Pienso en tus ojos otra vez, pero no los reconozco,
sólo en tus brazos que no estan
ni en tu cuerpo que no me recibe,
se hace difisil seguir por aquí afrontando la soledad.
Luis Alberto Martínez.
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